Origenes del menor adoptado

Hace un par de semanas que no escribo, y todo sigue igual. Ninguna noticia ni llamada. Esta semana, tras ver la serie de la TV sin identidad he reflexionado nuevamente de lo importante que es el origen del menor.
En todo este tiempo que llevamos con el proceso, hemos profundizado leyendo mucho sobre la materia. ¡Qué triste debe ser enterarse de mayor, por cualquier tema u otras personas que eres un niño adoptado! Es obvio que se tendrá que hacer entender esta situación en función de la edad del menor. Si el niño es bebé no va a entender nada, pero si que van a surgir situaciones en la guardería, en el colegio, en el que esos temas van a salir, y tenemos que estar preparados para cuando llegue ese momento, y poder explicarles de una manera muy sencilla de dónde han venido.
El origen es lo que nos define a todos, el nombre, y nuestra familia.
Nosotros hemos esperado a que el niño/a se nos asigne para ver y decidir el tema del nombre. Como todos los papas, seguro que tenemos un nombre preferido de niños o niñas. Pero, hay varias posibilidades, cambiarle totalmente el nombre, traducirselo al español, o dejarselo en su nombre, aunque sea como segundo nombre.
La 3ª opción es lo que hemos pensado nosotros o la 2ª, si es viable, ya que todos los nombres no tienen esa traducción. No lo tenemos muy claro todavía. Tenemos que tener en cuenta en todo momento al menor, y las consecuencias que nuestro capricho de tener un nombre u otro le pueden conllevar en un futuro.
Todas las opciones son iguales de válidas, y conocemos papás que han hecho cosas distintas, y soy de las personas que creo que todo lo que se haga desde el corazón, y se le cuente al niño, con cariño y compresión se entenderá.
Todos tenemos miedo a pensar qué pasará cuando nos digan nuestros hijos ¡quiero conocer a mi familia biológica!, a pensar sobretodo que perderemos a nuestro hijo/a cuando llegue ese momento. Si en todo ese tiempo le has contado de manera transparente todo el proceso de adopción, ha vivido en un ambiente de cariño y amor, y ve que sus padres se han desvivido por tener un hijo, amarle y quererle, estoy convencida que sabrá comprender lo que significamos y hemos significado en su vida.
No imagino todavía buscando sus orígenes con él/ella, es un tema que queda demasiado lejos, y posiblemente un tema al que nos tendremos que ir preparando a medida que pasen los años, pero estoy convencida que si lo hace desde la madurez será algo a lo que tendremos que acompañarle en todo momento.
Ese miedo es difícil no tenerlo, porque se pasa por tantas cosas hasta terminar el proceso de adopción, que vamos a tener miedo a perder aquello que tanto nos ha costado conseguir, pero tendremos la tranquilidad de haber hecho lo mejor en cada momento.